jueves, 31 de octubre de 2013

Hierbas ibicencas

Dice la leyenda, que los cartagineses denominaron a las islas de Ibiza y Formentera las Islas Pitiusas, por la abundancia de pinos que forman paisajes de grandiosa belleza. Junto a los extensos pinares crece en las islas una gran variedad de plantas silvestres con propiedades únicas.

La mayor de las Pitiusas cuenta con una gran tradición licorera. La frígola, las hierbas ibicencas y el palo se preparan a base de hierbas autóctonas maceradas en anís, dando como resultado un licor dulce con aromas herbales. Tradicionalmente, estas hierbas están consideradas como digestivas y se toman después de comer. Se pueden beber frías, con hielo o naturales.

Las Hierbas son muy populares en las Illes Balears, con altos niveles de producción y consumo. Forman parte de la tradición de muchos hogares que desde siempre las han elaborado artesanalmente, con sus propias recetas y secretos nunca confesados. En el siglo XIX cada familia hacia sus propias hierbas de una forma muy simple, se recogían ramilletes de hierbas que crecían silvestres alrededor de las casas y se dejaban macerar durante un mínimo de tres meses en una botella de anís dulce. La variedad de sabores era muy amplia ya que cada familia tenía su propia receta de elaboración y así en cada casa nos encontrábamos hierbas con aromas y gustos dispares pero igualmente deliciosos.


Esta forma tradicional y artesanal de elaborar las hierbas sigue vigente en nuestros días y son muchas las personas que cada año a mediados de Mayo se aventuran en crear sus propias y originales hierbas ibicencas recogiendo del campo las hierbas.

No podemos dejar en el tintero un hecho crucial en las hierbas ibicencas, y es que no es precisamente en Ibizasino en Formenteradonde se produce el nacimiento de la primera industria elaboradora de hierbas ibicencas. En aquella época (finales del siglo XIX) los habitantes de Formentera se dedicaban indistintamente a la agricultura, la pesca y también la ganadería, pero uno de ellos tuvo otras prioridades y con su llaüt realizó viajes a Barcelona para abastecer a la isla de objetos y utensilios que allí no existían, conoció los secretos de los alambiques y de la fabricación de bebidas alcohólicas y creó una pequeña fábrica que años después trasladaría a la mayor de las Pitiusas.

Si a finales del siglo XIX con la creación de la primera destilería de hierbas a gran escala hablamos de un momento importante en la vida de nuestra dulce y exquisita bebida, tendríamos que esperar aproximadamente 100 años más para ver otro momento digno de mencionar, fue en 1997 cuando se crea la Denominación Geográfica Hierbas Ibicencas, lo cual permite por un lado proteger el nombre geográfico, y por otro evitar la competencia desleal y garantizar la calidad del producto.

Las Hierbas Ibicencas se definen en el reglamento de la Denominación geográfica como una bebida espirituosa anisada obtenida básicamente por la extracción de aromas de diversas plantas procedentes de la zona de elaboración como son el hinojo, tomillo, romero, hierba-Luisa, espliego, ruda, eucaliptos, manzanilla, enebro con enebrinas, orégano, menta, hierba-sana, hojas y piel de limón y naranja, y salvia en presencia de otras plantas como el anís estrellado o badiana y el anís verde o matafaluga.

En Ibiza encontramos varias destilerías que nos proporcionan una buena variedad de hierbas ibicencas en el mercado, cada una con su receta y gusto particular.

Y recuerda, disfrútalas pero con moderación.


Salut!

domingo, 20 de octubre de 2013

Sobrasada de Ibiza y Formentera

El embutido es una de las formas más antiguas y tradicionales de conservación de carnes; de hecho, todas las culturas cuentan con sus recetas originales, elaboradas con las carnes y condimentos disponibles. Las antiguas rutas comerciales permitieron el intercambio y difusión de distintos productos.

La sobrasada (del catalán sobrassada) es un embutido crudo curado, elaborado a partir de carnes seleccionadas del cerdo, condimentadas con sal, pimentón y pimienta negra. Se embute en tripa y presenta una lenta maduración.

Este producto es tradicional de las Islas Baleares, y está protegido con el sello de indicación geográfica. La sobrasada se consume de diversas maneras: tostada en invierno, o untada en pan y cruda en verano. Aunque pueden durar varios años en un lugar seco, lo habitual es consumir la longaniza durante el primer invierno, la sobrasada en verano, y las más grandes cuando se hace la matanza del año siguiente.

Este producto surge a partir de la necesidad de guardar los alimentos durante largos periodos de tiempo, utilizando las técnicas del salado para embutir carne picada. El posible origen de su nombre se encuentra en Sicilia, donde se practicaba una técnica conocida como sopressa, que significa "picado", aplicado a la carne para embutir. De esta zona, pasó a la península Ibérica gracias al comercio marítimo, y de Valencia se expandió hacia las Islas Baleares.

Un mito popular dice que el nombre de "sobrasada" proviene de las palabras "sobras" y "asadas", ya que supuestamente, ésta se prepararía con los restos de embutidos de cerdo que no han podido ser empleados para la elaboración de otros productos como la mortadela, el chorizo o la longaniza. Pero en realidad la elaboración de la sobrasada exige para su elaboración la máxima calidad para con sus carnes, por lo que esta leyenda se cae por su propio peso.

En www.deliciasdeibiza.es disponemos de varios tipos de sobrasadas, incluyendo la picante para aquellos que buscais un toque especial.


Salut!

jueves, 10 de octubre de 2013

Productos típicos de Ibiza y Formentera

Las Islas Pitiusas son un viaje de sensaciones. La excelente calidad de la materia prima se mezcla con recetas tradicionales dando como resultado unos productos exquisitos para el paladar.

Cada vez son más las familias que se aventuran a convertir en negocio lo que hasta entonces era una afición o una fórmula de apego a la vida tradicional. En Ibiza se elaboran hoy en día numerosos productos gastronómicos que fusionan la tradición con los procesos modernos de elaboración. Aceites de oliva virgen extra, vinos blancos y tintos, licor de hierbas, quesos, embutidos, mermeladas, miel… Productos que, en definitiva, envasan sabiduría, tradición y un profundo respeto por la obra de la naturaleza.

A pesar de ser islas, esta misma razón es la que hace posible que la gastronomía de Ibiza y Formentera sea local e histórica, basándose en las fuentes principales del mar y la tierra. Cabe destacar la influencia de las diferentes civilizaciones que poblaron las islas en nuestras costumbres para el desarrollo de una gastronomía, quizás no muy extensa, pero de excelente calidad. Esto se consigue a través de unos productos de primera, y aunque hay muchos restaurantes donde poder degustarlos, nada es comparable a la elaboración casera, tradicional y ausente de productos intrusos que tan de moda están hoy en día.

Gracias a www.deliciasdeibiza.es podeis disfrutar de toda esta tradición en vuestra mesa.

Salut!

lunes, 7 de octubre de 2013

Gastronomía de las Islas Pitiusas

El sol, el mar Mediterráneo, la condición de islas, y la afluencia de distintas culturas a lo largo de la historia, entre otras circunstancias, han determinado la peculiar gastronomía de las Islas Pitiusas.

En Ibiza y Formentera existe una auténtica devoción por los productos frescos y naturales. Antiguamente era imposible ver una casa de campo que no se autoabasteciera con su propia huerta y su granja de animales. De hecho, todavía existen muchos hogares que mantienen esta tradición.

El mar proporciona un surtido fabuloso de pescados y mariscos. Los bosques también ofrecen sorpresas inesperadas, como los deliciosos rovellones que proliferan a la sombra de los pinos o los espárragos verdes que crecen en los márgenes de los senderos.

Esta despensa variada y exquisita, ha originado una sabiduría culinaria que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que llega aderezada de las distintas culturas que se han asentado en la isla, como la púnica o romana, que introdujeron cultivos y prácticas gastronómicas, dando como resultado una mediterránea fusión de sabores y colores. El recetario ibicenco es rico en arroces, platos con ave o cordero, guisos, pescados horneados, repostería…

Esta tradición gastronómica es sin duda una herencia valiosísima que perdura con los años, manteniendo la producción de alimentos ecológicos y artesanos.


Salut!